Los equipos aprovecharán la jornada de descanso para recuperarse y evaluar si la estrategia que están siguiendo hasta el momento está dando los resultados deseados.
Como nos explica nuestro team manager, Juan López, apenas duermen entre etapa y etapa y es muy necesario que tanto pilotos como miembros de la organización descansen para poder recorrer tantos kilómetros al día: “Solemos acabar entre las cinco y las seis de la mañana y los camiones deben estar listos en la salida de control sobre las diez, así que se descansa poco”.
Por la noche, el equipo se encarga de arreglar los desperfectos sufridos durante la etapa y de revisar que los camiones cumplan todos los requisitos necesarios para poder continuar en la carrera. Algo que vuelven a comprobar cuando se despiertan para estar seguros de que todo se ha hecho correctamente la noche anterior. De esa manera, evitan cometer fallos debidos al cansancio que sufren después de jornadas tan agotadoras.