Para recibir a los competidores y a sus equipos, la organización del Dakar monta y desmonta cada día un vivac o ‘mini ciudad’ capaz de satisfacer todas las necesidades de los participantes en la carrera. Es una verdadera ciudad rodante.
Con capacidad para recibir a cerca de 1.700 personas, este campamento itinerante está preparado para poder instalarse en prácticamente cualquier parte y tiene ciertas reglas de convivencia para facilitar la estancia de los pilotos, tanto de motos y quads, como de coches y camiones.
El campamento consta de áreas delimitadas para los equipos y allí cada uno instala sus carpas y su logística. En algunas etapas, los pilotos tienen que dejar sus vehículos en el parque cerrado, un espacio al que solo pueden acceder los miembros de la organización.
El vivac cuenta, además, con un hospital de campaña equipado con 30 médicos, 10 automóviles y dos helicópteros preparados para actuar en caso de emergencia. Las instalaciones ofrecen baños, duchas y una sala de prensa para los periodistas que cubren la prueba. Así mismo, existe un comedor con capacidad para 300 personas y menús con los carbohidratos y proteínas necesarias para que los pilotos puedan recuperarse de sus extenuantes jornadas.