Entre dromedarios y bereberes

La cuarta etapa del Panda Raid estuvo formada por 241 kilómetros de pistas entre las localidades de Merzouga y Tazoulait. Una zona en la que la navegación es muy importante ya que se circula atravesando los grandes espacios de la hamada de Mharech y no hay ningún punto de referencia salvo las grandes dunas que la rodean.


Durante la etapa, el equipo Palibex tuvo que enfrentarse a muchos kilómetros por pistas arenosas, pasos entre montañas y suelos empedrados. La jornada también ha estado marcada por los encuentros con manadas de dromedarios y poblados bereberes, conocidos por su hospitalidad hacia los visitantes.


Los últimos 80 kilómetros supusieron un gran reto ya que tuvieron que recorrer la famosa trialera de piedra, una pista por la que parece imposible que pueda circular un Seat Panda y que hace que la llegada a la jaima para descansar tenga un sabor todavía más dulce.

Ahora solo queda poner el coche a punto para las dos últimas etapas.