El Panda Raid 2019 va tocando a su fin y se nota que los equipos se encuentran cada vez más cómodos circulando por la tierra, el polvo y la arena del desierto de Marruecos.
La ciudad de Tazoulait vio salir a los participantes del raid. El primer tramo de pistas hizo las delicias de los amantes de la velocidad que pudieron poner a prueba la mecánica de los seat panda y su pericia para conducirles en una serie de especiales muy rápidas.
Una vez terminado este primer tramo, atravesaron un poblado bereber, entre vítores y aplausos de sus habitantes. El contraste entre el vergel que rodea la ciudad y la arena del desierto llamó la atención de todos. Así es Marruecos, una tierra de contrastes.
A continuación, la caravana del Panda Raid, circuló por el valle del Draa, donde se encuentra la turística ciudad de Zagora, con sus grandes hoteles, zonas de ocio y multitud de talleres que sirvieron de apoyo a muchos equipos. Y es que el desierto de Marruecos es muy duro y los kilómetros circulados por él van haciendo mella en la mecánica en los coches.
La aventura se está acabando y la de ayer ha sido la última noche en las jaimas y tiendas de campaña. Algo agradecido por unos y lamentado por otros.